Desarrollo

Unos de los objetivos es provocar en el alumno su desarrollo intelectual y alcanzar un grado óptimo de conocimiento de las materias que se imparten.

Por su misma naturaleza, la teología debe conducir al encuentro personal con Dios, suscitando en quien la estudia un estímulo a la oración y a la contemplación. La espiritualidad que nace de una vida de fe es como una dimensión interna de la teología. Una teología que no profundice en la fe, que no conduzca a orar, puede ser un discurso de palabras sobre Dios; pero no será jamás un verdadero discurso en torno a Dios, al Dios Vivo, al Dios que Es, y cuyo Ser es el Amor. (Juan Pablo II, Discurso a los sacerdotes, Irlanda, 1º de octubre de 1979).